"Fuera del perro, un libro es probablemente el mejor amigo del hombre. Y dentro del perro está probablemente demasiado oscuro para leer"
Groucho Marx
Para ser inmensamente feliz en verano sólo preciso de cuatro cosas: una Coca-Cola chisporroteante con mucho hielo, unas aceitunas, chicas en bikini con sólo alzar la vista y un buen libro.
Y luego, que salga el sol por donde quiera (pero que salga, por Dios).
Si tenemos ropa de verano, amores de verano, canción del verano, tinto de verano y hasta horario de verano, no parece descabellado pensar que nuestras lecturas también se pueden adaptar a la época estival.
De este modo, para mí, un Libro de Verano tiene que cumplir determinados requisitos:
a) Ligero: no es plan de ir a la playa o a una terraza cargando con los 7 volúmenes de "En busca del tiempo perdido" de Proust. Y no, créanme, no se liga más con alguna guiri haciéndote pasar por un intelectual leyendo a Kafka entre vermuts y tintos de verano. Les va más bailar tirándose sangría por encima al grito de "Johnny, la gente está muy loca". Comprobado.
b) Estructurado en capítulos: al estar yendo y viniendo todo el santo día, me gusta leer libros que pueda dejar aparcados en un capítulo determinado, y no en la mitad de un océano de palabras.
c) Tapas blandas: fundamental que sea manejable para las inverosímiles posturas que adopto leyendo en verano, ya sea tumbado en la playa, en una tumbona, haciendo la fotosíntesis en el jardín de algún amigo o tratando de sobrevivir a la resaca, tirado en la orilla de la playa cual ballena varada, mientras algún niño me toca con su cubo y rastrillo para comprobar que sigo con vida.
Aclarados estos puntos, procedo a dar 10 Libros de Verano, perfectos para leer entre chapuzones, terrazas y que considero una magnífica opción para estos días de descanso. Son de distintos géneros porque de todo tiene que haber en la viña del Señor.
Espero que lean alguno, que disfruten y ya saben dónde encontrarme para comentar impresiones.
1. El amor dura tres años Frédéric Beigbeder
El enfant terrible de la literatura francesa (yo no fui ni el enfant terrible de mi casa) escribió esta breve y demoledora novela, con un claro toque autobiográfico, en la que cuenta con su habitual talento no exento de cinismo su muy particular convicción sobre las relaciones: el amor sólo dura tres años.

Un mosquito vive un día, una rosa tres días. Un gato, trece años, el amor, tres. Así son las cosas. Primero hay un año de pasión, luego un año de ternura y, finalmente, un año de aburrimiento.
El primer año, uno dice: "Si me abandonas, me MATO"
El segundo año, uno dice: "Si me abandonas, lo pasaré muy mal pero lo superaré"
El tercer año, uno dice: "Si me abandonas, invito a champán"
Que estén de acuerdo o no con este francés loco es lo de menos. Es un libro divertido y descarnado, con algunas frases memorables que le harán pensar.
¿Y ustedes? ¿Piensan el amor dura más de 3 años?
2. Siempre el mismo día Dave Nicholls
Me compré este libro en el aeropuerto de Atenas únicamente porque Nick Hornby hablaba bien de él en la portada. Y el bueno de Nick tampoco me falló en esta ocasión. Me pasé todo la noche en vela, enfrascado leyendo la historia de Emma y Dexter, dos buenos amigos de la universidad, narrada a través del 15 de julio de cada año. Si pueden, léanlo en inglés.
Por cierto, hace poco hicieron una espantosa película, protagonizada por la insulsa